miércoles, 28 de marzo de 2012

QUÉ PENITA SERÁ EL VER ...


Esta canción se supone fue cantada en una fiesta de campo en Montefrío por un señor que le había quitado la novia a otro, y como anécdota y en forma de coplilla ha ido pasando de generación en generación.


Qué penita será el ver
la prenda que un hombre estima
en manos de otro gachón
por ser un hombre gallina.

Contestación:

Yo no soy hombre gallina
que soy gallo con espolones
y traigo pólvora fina
revuelta con perdigones.

Francisco Adamuz

Relleno de Carnaval

Ingredientes:
  • ¼ pechuga de pavo
  • ¼ de pollo
  • ¼ de jamón fresco
  • ¼ de jamón curado
  • 1 docena de huevos
  • ½ Kg de miga de pan
  • Azafrán
  • Ajo al gusto (una cabeza más o menos)
  • Perejil

Elaboración:

Toda la carne debe estar muy bien picada.
Se hace una masa con todos los ingredientes y se mete en tripas y cuajares de cerdo.
Parte de la masa se mete en la cáscara de los huevos, que solo se rompen por la parte más gruesa, dejándole un agujerito por donde se rellenan. No deben rellenarse demasiado porque la masa crece.
Una vez rellenos los huevos, tripas y cuajares, se hierven, dejando los cuajares hervir durante más rato que las tripas y los huevos, casi una hora.
Una vez fríos se puede consumir.

Isabel Moreno y María Lizana

Roscos de sartén


Ingredientes:
  • 4 huevos
  • 1 vaso (de agua) de zumo de naranja
  • 2 sobres de levadura
  • ½ vaso de azúcar
  • 1 vaso de aceite de oliva
  • Raspadura de limón
  • 1 Kg de harina aproximadamente, según admita

 

Elaboración:

Los huevos y el azúcar empiezan a batirse echando el aceite poco a poco. Cuando esté bien batido, incorporamos el zumo, los 2 sobres de levadura y la raspadura de limón, y seguimos batiendo toda la masa.
En una fuente se vacía el contenido y vamos echando harina hasta que la masa quede homogénea.
Del kilo de harina sobra un poco para que la masa no quede muy dura.
Cuando esté todo muy bien amasado, se pone abundante aceite en la sartén y esperamos a que esté caliente pero no muy fuerte.
Se coge una bolita de masa, se aplasta y se hace un agujero en medio. (Para que la masa no se pegue a las manos, se untan con un poco de aceite).
Se van friendo lentamente con el aceite no muy fuerte hasta que sube la masa. Cuando los roscos en la sartén ya han subido, se les da un poco más de fuego para que se frían por fuera y cojan color.
Se pasan por azúcar y ¡ listos para comer!.











 Paquita Comino

Albóndigas de boquerones



Ingredientes:
  • Boquerones
  • Pan en miga
  • Perejil
  • Ajo al gusto
  • Azafrán
  • Limón

Elaboración:

Se desraspan los boquerones, se fríen y se ponen a escurrir.
Después se cogen las migas de pan, el perejil, el ajo, el azafrán y se desmorona todo. Se mezcla todo con los boquerones y se hace una masa. Se les pone un poquito de limón y listo para freirlas.


Remedios Comino

martes, 27 de marzo de 2012

A CANTAR A LA FUNCIÓN


  Allá por los años 1960 en mi juventud en Montefrío se celebraban funciones de campo para divertirse en las cuales se cantaban coplas para animar la fiesta, yo recuerdo una que decía:

A cantar a la función
van a traer a cuartillo
Pedro el de Malcorón
dice de traer un cuquillo
que canta mucho.


Había otra que decía:


Se presenta el día de la cruz
la grande función de muro
como Dios nos de salud
no debe faltar ninguno
que tenga dos deos de luz.

Francisco Adamuz

viernes, 23 de marzo de 2012

LA BULA

Como hemos dicho anteriormente, en Semana Santa y Cuaresma se guardaba ayuno y no se podía comer carne, pero existía lo que se llamaba  la "bula" que se pagaba a la iglesia (el que podía) y estaba dispensado para poder comer carne. Con lo cual podía comer no sólo quien tenía comida, sino quien podía pagar la dispensa de la iglesia, la bula.



Pilar Carralcázar

Así vivíamos la Semana Santa


La cuaresma entra el miércoles de ceniza.
Cuando yo era niña, mi madre tenía la costumbre, cuando entraba la cuaresma de guardar la vigilia todos los viernes y algunos miércoles, y cuando llegaba la semana santa se guardaba toda la semana.
Había un refrán que decía: “ Domingo de Ramos al otro empringamos, eso quiere decir que no se podía comer nada de carne, ni chorizo, ni morcilla, nada que tuviera relación con el cerdo durante esa semana, hasta el Domingo de Resurrección.

Al Viernes Santo le decíamos el “día de la hambre” porque ayunábamos todos, no podíamos meternos nada en la boca. Mi madre estaba toda la mañana guisando y no probaba nada. ¡Para eso cuando hacía las natillas o el arroz con leche! Las hacía en una sartén grande y lo cocinaba en una fuente onda y mi hermana la más chica y yo allí alrededor de ella, ¡con lo que nos gustaba rebañar la sartén y ese día no se podía! Comíamos todos de la misma fuente, ahora se pone un platito para cada persona.

Otra cosa que hacíamos era levantarnos temprano para que cumpliera la mañana y tener todas las faenas hechas para la hora de comer.
Lo que ha cambiado la vida, ahora la mayoría de los jóvenes se levantan casi a la hora de comer así que aunque ayunen no pasan hambre, la que guisa si que lo pasa peor. 

Paquita Comino. 

Semana Santa y Cuaresma



Antiguamente la religión se vivía muy al pié de la letra y casi con miedo.
En Semana Santa, la muerte de Cristo se vivía con mucho dolor, dolor de duelo por su muerte.
Había una serie de costumbres que todo el mundo cumplía, como por ejemplo:
  • Colgar las escopeta dentro de las casas con el cañón hacia abajo.
  • Ni el Jueves ni el Viernes Santo se podía trabajar, no se podían utilizar herramientas como cuchillos o hachas, no se podía cortar leña..., se estaba de duelo y todos estos trabajos había que hacerlos con anterioridad.Tampoco se podía escuchar la radio.
    Era un respeto total por la muerte de cristo,un sentimiento muy profundo.
  • No se podía repetir la comida al mediodía y por la noche. Si se hacía se perdía el ayuno. Hay que tener en cuenta que la variedad de comida que hay hoy en las casas no es la que había antes.
  • Todos lo santos se tapaban tanto en la iglesia como en las casas.
  • Desde la noche del viernes no se comía nada hasta el mediodía del sábado porque se iba a comulgar y 12 horas antes no se podía tomar nada.
  • No se decían tacos ni palabras malsonantes por respeto a Dios muerto.


En cuanto al menú, el jueves y viernes santo era el mismo:

Se empezaba comiendo naranja en rodajas con canela y azúcar (para que no se hinchara mucho la barriga).
De primero, potaje de garbanzos y habichuelas con bacalao.
De segundo, albóndigas de pescado (boquerones, atún, bacalao, etc).
Después, tortilla de bacalao, collejas, espárragos, patatas o acelgas (varias tortillas).
Si quedaba hambre, unas tajaditas de bacalao frito antes del postre que eran natillas y arroz con leche, hechas en la perola de cobre.

Hoy en día se sigue guardando la tradición de la comida en muchas casas, pero no el sentimiento con el que se vive la Semana Santa, sobre todo por parte de la gente jóven.

Francisco Pareja
Remedios Comino
María Romero