La
cuaresma entra el miércoles de ceniza.
Cuando
yo era niña, mi madre tenía la costumbre, cuando entraba la
cuaresma de guardar la vigilia todos los viernes y algunos miércoles,
y cuando llegaba la semana santa se guardaba toda la semana.
Había
un refrán que decía: “ Domingo de Ramos al otro empringamos”,
eso quiere decir que no se podía comer nada de carne, ni chorizo, ni
morcilla, nada que tuviera relación con el cerdo durante esa semana,
hasta el Domingo de Resurrección.
Al
Viernes Santo le decíamos el “día de la hambre” porque
ayunábamos todos, no podíamos meternos nada en la boca. Mi madre
estaba toda la mañana guisando y no probaba nada. ¡Para eso cuando
hacía las natillas o el arroz con leche! Las hacía en una sartén
grande y lo cocinaba en una fuente onda y mi hermana la más chica y
yo allí alrededor de ella, ¡con lo que nos gustaba rebañar la
sartén y ese día no se podía! Comíamos todos de la misma fuente,
ahora se pone un platito para cada persona.
Otra
cosa que hacíamos era levantarnos temprano para que cumpliera la
mañana y tener todas las faenas hechas para la hora de comer.
Lo
que ha cambiado la vida, ahora la mayoría de los jóvenes se
levantan casi a la hora de comer así que aunque ayunen no pasan
hambre, la que guisa si que lo pasa peor.
Paquita Comino.
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